El virus Zika, descubierto inicialmente en los años 40 en Uganda, ha surgido como un desafío global para la salud en las últimas décadas. Transmitido principalmente por la picadura de mosquitos del género Aedes, este virus se ha extendido por diversas regiones del mundo, generando preocupación debido a sus potenciales efectos sobre la salud.
Si bien la mayoría de las personas infectadas con el virus Zika no presentan síntomas o experimentan síntomas leves, la infección durante el embarazo puede tener consecuencias graves. Se ha relacionado con el síndrome congénito del Zika, que puede provocar malformaciones en el feto, incluyendo microcefalia y otros defectos neurológicos.
Además de la transmisión por picaduras de mosquitos, el virus Zika puede propagarse a través de relaciones sexuales, transfusiones sanguíneas y de madre a hijo durante el embarazo o el parto. Esto ha generado la necesidad de implementar medidas de prevención y control para reducir la propagación del virus y proteger a las poblaciones en riesgo.
La investigación continua sobre el virus Zika es fundamental para comprender mejor su epidemiología, sus efectos sobre la salud y desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento. Además, es importante fomentar la conciencia pública sobre los riesgos asociados con el virus Zika y promover prácticas saludables para reducir la exposición y el riesgo de infección.
En resumen, el virus Zika representa un desafío significativo para la salud pública a nivel mundial. La colaboración internacional, la investigación científica y la educación pública son esenciales para abordar esta amenaza y proteger la salud y el bienestar de las comunidades en todo el mundo.
Tras la picadura del mosquito, los síntomas de enfermedad aparecen generalmente después de un periodo de incubación de 3 a 12 días.
En los casos que presenten síntomas, los mismos pueden manifestarse de forma moderada o aguda, e incluyen:
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Además, esta enfermedad puede ocasionar problemas neurológicos.
Se transmite a través de la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado con el virus zika. También se puede transmitir de persona a persona a través de relaciones sexuales.
Las personas gestantes; en edad reproductiva o sexualmente activas, deben extremar las medidas de prevención de picaduras de mosquitos y utilizar preservativos adecuadamente, debido al riesgo de malformaciones fetales, como microcefalia, que registra la infección por virus zika.
No hay vacuna ni tratamiento específico para la fiebre por virus zika. Por ello, el tratamiento es fundamentalmente sintomático. A los enfermos se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos.
Con la eliminación y el control de los criaderos del mosquito Aedes aegypti, disminuyen las posibilidades de que se transmita zika, así como también dengue y chikungunya.
Recuerde utilizar preservativo en todas las relaciones sexuales, ya que el Zika también se transmite por vía sexual.
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También es importante para prevenir la picadura del mosquito: