Cada 4 de septiembre, se conmemora en todo el mundo el Día de la Secretaria, un homenaje a quienes mantienen todo ordenado y en circulación las actividades de oficinas en corporaciones. Aunque este día se celebra globalmente, las fechas pueden variar según el país.
En Argentina y Uruguay, el 4 de septiembre está marcado en los calendarios como el día destinado para reconocer a estas profesionales.
Más allá de un simple día festivo, este homenaje rememora una lucha ardua que comenzó en la década de 1960, con las mujeres de América Latina, en su anhelo por espacios de trabajo, igualdad de oportunidades y salarios dignos, elevaron su voz en una época donde la figura femenina estaba mayoritariamente relegada al ámbito doméstico.
Como resultado de estas demandas, a inicios de la década de 1970, Buenos Aires fue sede del primer Congreso Interamericano de Secretarias. Este encuentro no solo buscaba dar un reconocimiento a su importante labor, sino también atraer mayor personal hacia los puestos administrativos y de secretaría, reforzando la idea de que las habilidades y competencias de estas profesionales eran esenciales para el buen funcionamiento de cualquier empresa o institución.
Años después, los ecos de esa lucha resuenan en cada conmemoración. Y aunque la figura de la secretaria ha evolucionado, adaptándose a la era digital y a nuevas modalidades de trabajo, su esencia sigue siendo la misma: ser el soporte administrativo que garantiza la eficiencia y organización de las tareas diarias.